Idioma Voynichés
País : posiblemente norte de Italia
Fecha de publicación : entre 1.404 y 1.438, según pruebas del Carbono-14
Páginas : 240
El manuscrito Voynich es un misterioso libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible, el denominado voynichés.
A lo largo de su existencia constatada, el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados, incluyendo destacados especialistas estadounidenses y británicos en descifrados de la Segunda Guerra Mundial.
Ninguno consiguió descifrar una sola palabra.
Esta sucesión de fracasos ha convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía histórica, pero a la vez ha alimentado la teoría de que el libro no es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno.
Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf, según la cual en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas más veces aparece una palabra en un idioma, más corta es), hace pensar que se trata no sólo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está basado en alguna lengua natural, ya que lenguajes artificiales como los élficos de Tolkien o el klingon de Star Trek no cumplen esta regla.
Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la economía lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren menos energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta ley.
Es prácticamente imposible que el autor del manuscrito Voynich conociera la ley de Zipf, enunciada muchos siglos después, y por tanto que la aplicase a una lengua inventada por él.
El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1.912.
Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale.
En 2.009, investigaciones de la Universidad de Arizona (EE.UU.) demostraron, mediante la prueba del carbono 14, y con una fiabilidad del 95%, que el pergamino del manuscrito podía datarse entre 1.404 y 1.438.
Por otra parte, el McCrone Research Institute de Chicago demostró que la tinta fue aplicada no mucho después, confirmando así que el manuscrito es un auténtico documento medieval.
Sobre el lugar en que pudo haberse escrito, tan solo se dispone de una posible pista.
En una de sus ilustraciones aparece una ciudad amurallada, y son sus almenas dibujadas las que aportan una orientación.
Su forma es la de las almenas llamadas de cola de golondrina, un estilo estético que más tarde, en el renacimiento, se popularizó por toda Europa, pero que en el momento en que supuestamente se elaboró el manuscrito, según los últimos estudios de la Universidad de Arizona, solo se podía encontrar en el norte de Italia.
Quizá en la amplia región que transcurre entre Milán y Venecia.
Descripción
El libro tiene alrededor de 240 páginas de pergamino, con vacíos en la numeración de las mismas (la cual es aparentemente posterior al texto, quizás del siglo XVI), lo que sugiere que varias páginas se habían extraviado ya antes de su compra por Voynich.
Para evitar extravíos posteriores el padre Theodore C. Petersen lo fotocopió en 1931, repartiendo dichas copias entre varios investigadores interesados en su estudio e intento de traducción.
Se utilizó pluma de ave para escribir el texto y dibujar las figuras con pintura de colores; según se puede apreciar, el texto es posterior a las figuras, ya que en numerosas ocasiones el texto aparece tocando el borde de las imágenes, algo que no ocurriría si éstas hubiesen sido añadidas posteriormente.
Alquimia
Los recipientes y tubos de la sección "biológica" podrían indicar una relación con la alquimia, lo que sería relevante si el libro contuviera instrucciones para la preparación de compuestos médicos.
Sin embargo los libros alquímicos del periodo comparten un lenguaje visual común, en el que se representan los procesos e ingredientes por medio de imágenes específicas (el águila, el sapo, un hombre en una tumba, una pareja en la cama, el sol, etc.) o símbolos textuales convencionales (un círculo con una cruz, etc.); no se identifica ninguno de ellos en el manuscrito.
Herbario alquímico
Sergio Toresella, experto en herbarios antiguos, señaló que el manuscrito Voynich podría ser un herbario alquímico, que de hecho no tiene nada que ver con la alquimia.
Se trata de un herbario ficticio con dibujos inventados, con el que los curanderos cargaban para impresionar a sus clientes. Parece que existió una pequeña industria doméstica de tales libros en alguna parte de Italia Septentrional, justo en esa época.
Sin embargo, esos libros eran muy diferentes del manuscrito Voynich en estilo y diseño, y siempre estaban escritos en lenguaje normal.
Esteganografía
Esta teoría mantiene que el texto del manuscrito Voynich carece en su mayor parte de significado, pero contiene la información oculta en detalles discretos: por ejemplo, la segunda letra de cada palabra, o el número de letras en cada línea.
Esta técnica, llamada esteganografía (en griego, “escritura encubierta”) es muy antigua, y la describió, entre otros, el abad Johannes Tritemius en 1.499.
Se ha sugerido que el texto traducido ha de ser obtenido mediante una rejilla de Cardano de algún tipo.
Esta teoría es difícil de probar o rechazar, puesto que los textos esteganográficos pueden ser arbitrariamente difíciles de transcribir.
Un argumento en contra es que usar un texto que aparenta estar cifrado va en contra del principal objetivo de la esteganografía, que es ocultar la propia "existencia" del mensaje secreto.
Algunos han sugerido que el texto con significado podría estar codificado en la longitud o forma de ciertos rasgos de la escritura.
Hay ejemplos de esteganografía de aproximadamente esa época, que usan el tipo de letra (por ejemplo regular frente a cursiva) para ocultar información.
Sin embargo, cuando se examina con un gran aumento, los rasgos de escritura del manuscrito Voynich tienen un aspecto natural y aparecen afectados principalmente por la superficie rugosa del pergamino.
Engaño
Las extrañas características del texto del manuscrito (tales como las palabras duplicadas o triplicadas) y el contenido sospechoso de sus ilustraciones (tales como las plantas quiméricas) han llevado a muchos a pensar que el manuscrito es en realidad un engaño.
En 2.003 el especialista en computación doctor Gordon Rugg mostró que se podía reproducir texto con características similares a las del que contiene el manuscrito, mediante el uso de una tabla con prefijos, raíces y sufijos, que habrían sido seleccionados y combinados por medio de una plantilla de papel perforado.
Este mecanismo, conocido como rejilla de Cardano, se inventó hacia 1550 como herramienta criptográfica.
Sin embargo los pseudo textos generados en los experimentos de Gordon Rugg no tienen las mismas palabras y frecuencias que el manuscrito Voynich, y su parecido con el voynichés es sólo visual, no cuantitativo.
Puesto que también se puede producir un galimatías aleatorio que se parezca al español (o a cualquier otra lengua) en una medida similar.
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